La elegida es Concepción Espejel, “querida Concha”, como la llamó una vez Dolores de Cospedal; la misma jueza que fue recusada y apartada del juicio de Gürtel porque la Fiscalía anticorrupción consideró probada su relación con el Partido Popular. También fue apartada de la sala que lleva el juicio de la Caja B del PP.
Descabalgada de los dos juicios más importantes que tienen los populares estaba “de Dios” -si me permiten el tecnicismo- que Concepción Espejel fuera ascendida cuanto antes y colocada en un lugar clave: nada menos que la presidencia de la Sala de lo Penal.
Así pues, el PP ya ha conseguido que los dos jueces recusados por su proximidad, Espejel y Enrique López, hayan sido premiados con sendos ascensos a lugares muy estratégicos de la Administración de Justicia.
Montesquieu no resistiría lo que esto provoca. Ni con Primperán.