Asistimos en los últimos días a trifulcas y escaramuzas entre el Partido Popular y Vox que van subiendo de tono muscular a medida que se acercan las elecciones europeas.
Precisamente, cuando en Europa la idea de que la derecha tradicional debía marcar diferencias con la ultraderecha ya no se defiende con la misma claridad. Al contrario, hay evidentes acercamientos.
Hemos escuchado a Feijóo hacer equilibrios para defender los pactos en Europa con el partido de Meloni y a la vez argumentar que Fratelli D'italia no es equiparable a la ultraderecha de Vox.
También hemos leído en la prensa conservadora española indisimulados titulares que hablan de la absorción de Vox por parte de los populares después de haber fagocitado prácticamente por completo a Ciudadanos.
Es evidente que el Partido Popular trabaja para comer una porción cuanto mas grande mejor del electorado de Vox. Pero su estrategia resulta caótica y entra en contradicción con los pactos de gobierno que ambos partidos tienen en comunidades y ayuntamientos.
En Julia en la onda, vamos a hablar del alcance de las trifulcas de los últimos días, la ultima, a propósito del encuentro de Abascal y Netanyahu en Jerusalén. Ambos, PP y Vox se acusan del mismo pecado, favorecer a Pedro Sánchez.
