14 años después era tan sencillo como manifestar humildad y empatía con personas que han perdido al hijo, al padre o al marido. Y, por supuesto, pedir perdón. Rajoy no lo ha hecho abiertamente hoy pero sí se ha comprometido a “hacer las cosas bien esta vez” . El gesto ha bastado para que los familiares salgan esperanzados aunque cautos. Lo que esperan es no solo la responsabilidad patrimonial del Estado sino que se asuma que fueron los responsables del ministerio de Defensa de la era Trillo los últimos responsables del desastre por falta de vigilancia o incluso negligencia.
“Trillo no es digno de ocupar ningún cargo público” creen los familiares. Esperemos que cuando ha dicho hoy Rajoy que “esta vez van a hacerse las cosas bien”, incluya que el exministro de Defensa desista de su intención de volver al Consejo de Estado. Esa sería la auténtica reparación moral. Rajoy puede. ¿Quiere?