¡Qué bien que llega la Semana Santa, y los crispadores profesionales dejarán de comer carne de adversario como están haciendo a diario últimamente! Lo malo es que la indigestión la sufrimos la mayoría de los ciudadanos. A ver si en este Viernes de Dolores se callan, y aprovechan para pensar un poco. Aquí, ya saben, apostamos por el relajo, por el disfrute de la música, del cine, del fútbol...