No ha sido una vuelta al trabajo cómoda ni feliz. Añoramos aquellas vueltas al tajo en las que, como mucho, podíamos ponernos plastas con el síndrome postvacacional y demás gili-tonterías….Lo añoramos porque este agosto es distinto, para todos, pero más –y peor para gestionarlo emocionalmente- para quienes trabajamos físicamente en las Ramblas.
Miles de velas encendidas, centenares de peluches, flores de todos los colores, notas manuscritas, pancartas, camisetas con inscripción, cartas, zapatitos de niño….Todo eso que recuerda el horror vivido hace 10 días en el corazón de Barcelona, es lo que contemplamos cada mañana cuando llegamos hasta aquí, hasta la radio, con la mejor voluntad de entretenerles, compartir cosas e historias y hacerles pasar la mejor tarde posible.
Y a eso vamos. No es que “no tinguem por” es que tenemos la obligación de conjurarlo y seguir en pie.