Pues sí, acabamos una semana en la que el frío ha empezado a notarse, aunque recuerden que no estamos en tiempo de buscar calor humano, porque las cifras de contagios siguen escalando peligrosamente. O nos ponemos todos o esto no hay quien lo pare.
En Cataluña, por ejemplo, los bares ya han bajado las persianas. Pamplona, Burgos y Logroño rozan ya las cifras que les ponen al borde del confinamiento y casi 750 municipios en todo el país están aplicando medidas muy restrictivas.
Las restricciones son, en todo caso, papel mojado si los ciudadanos no atendemos y cumplimos con nuestra parte.