Hoy se cumplen 80 años del día D, el día del desembarco de las tropas aliadas en Normandía, una fecha clave en la historia que cambió el curso de la Segunda Guerra Mundial, en la que murieron 60 millones de personas. Solo en aquel día, en aquel desembarco, perdieron la vida 10.000 soldados.
Los franceses han organizado una ceremonia en la playa del desembarco, a la que han acudido unos 200 veteranos de la campaña. Hace 80 años, así que o son centenarios o incluso más allá de los 100 años. Por supuesto, allí se han reunido muchísimos mandatarios europeos, jefes de Estado, entre los que destacaba la presencia por las razones obvias del presidente de Ucrania, Zelenski.
Y vamos a aprovechar esa efeméride para reflexionar sobre, fíjense, el simbolismo del acto frente a las previsiones de Moscú tópicas de las elecciones de este domingo. La paradoja. No sé qué les parece. A mí me parece de un calibre demoledor.
80 años después de aquel desembarco de Normandía que supuso el triunfo de la Europa civilizada frente al fascismo y el nazismo, ¿dónde estamos ahora? ¿Tres días antes de unas elecciones en que neonazis y extrema derecha tienen expectativa de un gran resultado? Su éxito entre el electorado más joven, entre los hombres jóvenes, sobre todo, debe helar el corazón de esos pocos viejecitos en silla de ruedas que hoy han acudido a la solemne celebración. ¿Qué ha pasado en Europa para que 80 años después se olvide la sangre derramada por abuelos y bisabuelos en defensa de la libertad?