Rajoy no va a permitir otro simulacro de referéndum y Junqueras sabe que la alternativa será entonces convocar elecciones. Según todos los sondeos, el partido más castigado por las urnas sería el que tiene el liderazgo más difuso, o sea, la antigua Convergencia. Puigdemont ha dicho que se va, y Más no sabe si podrá volver, según haya sentencia con o sin inhabilitación. Según todos los sondeos, el partido más premiado en unas elecciones catalanas será Esquerra Republicana –con permiso de Ada Colau- de modo que es altamente probable que Junqueras pase de vice a presidente. La enviada del gobierno, Soraya Saénz de Santamaría lo sabe desde hace un buen rato, por eso sus encuentros han sido siempre con el líder de Esquerra Republicana. O sea, el gobierno de España ya sabe que el que lleva buenas cartas es Junqueras.
El actual vicepresidente del gobierno catalán no es un independentista sobrevenido sino un pata negra, con una virtud, eso sí, muy valorada en Madrid: el pragmatismo y el realismo político.
Sin renunciar a la independencia, la jugada es la de la gota malaya: si ahora no se puede, ya se irá pudiendo. Miren por donde el alumno más aventajado del pujolismo no surgió del partido creado por el patriarca, sino de las entrañas de Esquerra Republicana.