Ayer por la tarde nos sorprendió en directo la noticia del intento de asesinato del primer ministro eslovaco a Robert Fico, a quien dispararon cinco veces en plena calle.
Su estado sigue siendo grave, aunque ya no se teme por su vida.
El atacante, un hombre de 71 años, fue detenido en el mismo momento y acaba de declarar que lo hizo porque no estaba de acuerdo con la política del Gobierno de su país.
No es el único político eslovaco que también está sufriendo amenazas.
La presidenta Zuzana Čaputová también ha reconocido ser acosada continuamente y es la que ha pedido hoy a todos los partidos eslovacos, consternada, que abandonen los modos agresivos de hacer política porque eso alimenta el odio.
No se trata sólo de un ataque contra una persona, ha dicho, sino de un ataque contra la democracia.
No está de más recordar que alguna de las guerras más letales para Europa tuvo su semilla precisamente en un magnicidio.
Así que vamos a hablar sobre la violencia hacia los cargos electos en el tiempo de gabinete