Sobre el futuro de Francia, no hay nada que se pueda dar por seguro hasta el domingo que viene cuando se celebre la segunda vuelta de las elecciones legislativas.
El sistema electoral francés tiene particularidades apasionantes que ponen, en este caso, en manos de los moderados la elección sobre las dos propuestas que llegan a la segunda vuelta, y ahí es donde los electores y los partidos se retratan.
Muchos candidatos desistirán para no dividir el voto. De modo que en esta ocasión los centristas y los conservadores moderados tendrán que escoger entre el Frente Popular, la izquierda, o la Agrupación Nacional, la extrema derecha.
¿Qué preferirá esa derecha moderada que hace cuatro años votó al macronismo? La respuesta a ese enigma dará la victoria a una u otra opción el próximo domingo.
Pero si quieren una pista, ayer la bolsa francesa subió.