El batacazo que sufrieron los socialistas en las elecciones municipales y autonómicas del 28 de mayo fue saludado como la brújula y como el síntoma de eso que se llama cambio de ciclo.
Los populares barrieron a los socialistas de mucho poder local, pero tuvieron que apoyarse en Vox para formar gobiernos. Bastaron unas poquitas semanas para que la izquierda iniciase la red contada que hoy se cierra con la investidura de Pedro Sánchez.
Desde el 2011, con la mayoría absoluta de Rajoy, no salía a la primera ningún candidato y pocas veces con más votos que hoy, 179. Y con otra particularidad, con más partidos que nunca.
Hay convencimiento general de que será una legislatura complicada, aunque ya nadie se atreve a decir que corta, ya lo dijeron en la anterior y se equivocó, la paloma se equivocaba, que no es un verso de Machado.
Será una legislatura muy difícil, pero no sólo para el Gobierno, también para la oposición. Todos los grupos, incluido el que no tuvo problema en pactar con los populares en el pasado, el PNV, han puesto a Feijóo ante el espejo de que abrazarse a la extrema derecha ahuyenta a los socios y a los votantes.
Así que el Gobierno tendrá que estar muy fino para resistir, sí, y los populares, tal vez para desembarazarse del lastre. La próxima cita la tienen en las elecciones europeas de junio.
"Pedro Sánchez es capaz de encestar un triple en el último minuto y sobre la bocina", son palabras de Aitor Esteban esta mañana, el mismo que le dijo a Feijó, "Alberto, tu tractor tiene gripado el motor, por usar aceite Vox". Un doble chascarrillo ligero pero eficaz que explica con acierto, aunque con simplicidad, la situación.
Ambos han sido hoy investidos, Feijóo como líder de la oposición y Pedro Sánchez como jefe de Gobierno. Iremos contando los progresos de uno y otro.