En paralelo, la OCDE, también resalta que España es la campeona de la pobreza infantil (1 de cada 4 niños vive en riesgo de pobreza) y que el empleo que se crea es de muy baja calidad.
En síntesis, esas son las conclusiones de la OCDE que cualquiera que viva en la realidad española ve a diario. Y luego está lo que ven en Moncloa y el Ministerio de Economía: que el crecimiento económico de nuestro país es “impresionante”, por usar el mismo adjetivo que la OCDE.
Si ambas cosas son ciertas a la vez, es decir, si el crecimiento es el más alto de Europa y la pobreza también es la que encabeza el ránking, es evidente que las políticas implementadas refuerzan la desigualdad. Lo sabemos, lo saben, se subraya constantemente, pero no se ve por ningún lado voluntad política ni de cambiar el mercado laboral ni de rescatar a los españoles que han sido lanzados a los márgenes sociales por la crisis.