El 2024 es un año extraordinario de citas electorales. Es el más importante de la historia. Fíjense, cuatro mil trescientos millones de personas, insisto. Hasta cuatro mil trescientos millones de personas tienen cita en las urnas antes de que acabe este año. Eso es la mitad de la población del planeta.
Lo que salga de cientos de millones de urnas será concluyente para ver hacia dónde se dirige el mundo y sus habitantes.
Los europeos, en concreto, tenemos una cita electoral muy relevante este mes de junio para renovar el Parlamento de la Unión. Pues bien, en la Eurocámara, tanto populares como socialdemócratas, seguro que están analizando ahora mismo los resultados de las elecciones en Portugal, que este fin de semana ha dado un giro a la derecha con un claro protagonismo de Chega.
El partido ultra portugués Chega ha pasado de un diputado a cuarenta y ocho en sólo cinco años, acabando así con la famosa excepción ibérica respecto a la extrema derecha.
Primero acabó España y luego Portugal. Durante años, Portugal ha sido inmune a ese discurso ultra, pero ya no.
El discurso claramente xenófobo y populista de Chega ha convencido a más de un millón de portugueses, especialmente en el sur, territorio obrero que siempre fue bastión de la izquierda, sobre todo del Partido Comunista Portugués.