Consideran que en plena campaña de Navidad, la más importante del año, esa decisión solo puede perjudicar el consumo y por tanto las expectativas de todo el Comercio. Aunque por lo que sabemos la medida nunca entraría en vigor hasta el 1 de enero.
Grandes superficies y pequeño comercio entienden que hay que atacar directamente las fuentes del fraude y la economía sumergida pero no perseguir al consumidor y ponerlo bajo sospecha por el solo hecho de pagar en efectivo.
Es la opinión de cerca de 450.000 comerciantes minoristas en toda España que ven la medida de los mil euros como una barrera al consumo. No olvidemos que cuando un comercio hace operaciones con tarjeta de crédito, el banco les cobra esa transacción. Y por supuesto, nos cobran anualmente a los clientes por tener esa tarjeta.
Lo dijimos ya ayer: esto supone la definitiva bancarización de nuestra vida. Nadie podrá sobrevivir socialmente sin pasar por el banco y sin ese trozo de plástico que llevamos en la cartera.