Con ser mucha nuestra resiliencia ante los casos de fraude, latrocinio y corrupción, los protagonistas de la “guarrería” corrupta de este país, demuestra ser aún mayor. Aguantan con una entereza y desfachatez encomiables. Por ejemplo, el ya exdirector general de Economía de Madrid, Pablo Abejas, ha dicho que todo el mundo sabía de las tarjetas negras de Caja Madrid desde 1987. Ahí queda eso.
Como es previsible, no sería la Caja madrileña la única que repartía el botín entre los miembros de su cúpula. Por de pronto el ministerio de Hacienda ha dicho esta mañana que va a investigar si están produciéndose prácticas parecidas en las empresas del IBEX 35. Hasta ahora no lo habían investigado, al parecer.
Más que resiliencia es pestilencia.