Hoy es el último día de temporada de Julia Otero, que se ha quedado un día más de lo previsto para permitirnos un último análisis de los resultados de las elecciones generales. Lo hará junto a un gabinete de tamaño XL, con seis invitados a reflexionar en voz alta.
Analizan un resultado en el que confiaban aparentemente solo Pedro Sánchez, Zapatero y Tezanos. Un millón más de votos y dos escaños más para los socialistas, nunca se contempló como escenario. La demoscopia no solo falló, fue contraproducente para los que señaló como triunfadores. La realidad es que 7,7 millones de españoles salieron al rescate del presidente más denigrado y cuestionado sin descanso desde el primer día.
La primera conclusión es que Feijóo ganó las elecciones, pero ha perdido el Gobierno, que dio por conseguido mucho antes de que los españoles fuéramos a votar. La segunda conclusión es que España es mucho más plural y diversa de lo que ven y proyectan desde la M-30. La tercera es que los electores españoles representan en la Unión Europea la excepción ibérica, la que frenó las expectativas de la extrema derecha. La cuarta es una paradoja, el independentismo catalán se ha hundido hasta el 28%, el porcentaje más pequeño, más exiguo, en 40 años, pero cree tener un as en la manga. Depender de Puigdemont, seguramente la persona que más daño ha hecho a la convivencia en Catalunya es una mala noticia, sin duda. Aunque ni él tendría nada fácil contarle a los suyos que vota con PP y Vox en el Congreso.