Ha habido más tranquilidad en las calles de la esperada por las autoridades británicas, que habían desplegado más de 4 mil policías en una operación de seguridad que el reciente atentado de Boston hizo ratificar en su necesidad.
En la catedral de San Pablo, en un funeral con honores militares aunque sin llegar a categoría de funeral de Estado, y presidido por la reina, ha habido representación española, incluída la figura política a la que más veces se le ha aplicado el alías de Thatcher. Esperanza Aguirre nos cuenta en Julia en la onda cómo ha ido.