Los tiempos en que la Justicia, de forma tácita, enmudecía cuando se acercaban procesos electorales para no interferir en ellos, hace tiempo que se acabaron. Desde luego es bueno que los electores sepan qué y a quién votan. Lástima que esas declaraciones previstas para los días 7 y 27 de abril no sean previas a las elecciones. Solo así sabríamos si Chaves y Griñán salen del Supremo con delitos imputados o no.
Los aludidos dirán que imputación no es señal de haber cometido un delito, y sus adversarios les condenarán por adelantado. Y, en medio, los ciudadanos tendrán que meter la papeleta en la urna.
¿A quién conviene la insoportable lentitud de la justicia en España? La impresión es que unas veces a unos y otras, a otros.