El sol del Corpus, en una ceremonia necesariamente laica, cumplió sobre un Madrid tomado por las fuerzas y cuerpos de Seguridad del Estado y el nuevo Rey también cumplió pronunciando un discurso de 26 minutos, que hay que leer como un nuevo manual de estilo para un reinado que empieza hoy.
Felipe VI ha construido un discurso sólido, lleno de intenciones que ojalá se correspondan con los hechos, moderno y pendiente de no olvidar el siglo en que se produce. Desde las nuevas tecnologías hasta la ciencia y la investigación, pasando por la mujer, la cohesión social, la solidaridad, Europa, el empleo, las lenguas del Estado y hasta el medio ambiente. Y el retrato de una España en la que todos cabemos.
Poco fasto, mucha sobriedad y expectativas altas sobre un reinado que no empieza sobre mieles pero que llega con ánimo de impulsar un tiempo nuevo.