Fue uno de los alcaldes más jóvenes de la historia en Alemania y luego siguió su carrera política en el Parlamento Europeo hasta llegar a presidirlo. Hoy mismo ha sido designado como candidato del grupo socialdemócrata europeo para presidir la Comisión europea. Se desconoce aún quién será el candidato de los conservadores, en el caso de que no haya consenso en torno a Durao Barroso.
Las elecciones serán en mayo, solo falta medio año y los partidos tradicionales –a derecha e izquierda- tienen una gran preocupación: que el voto de castigo de los ciudadanos de cada país a su respectivo gobierno, arroje resultados comprometidos en Europa para la gobernabilidad. Populistas, extremistas de todo pelaje, euroexcépticos… se beneficiarían de ese castigo. Una mezcla ideológica imposible que podría llegar en el peor momento. “Si Europa fuera un libro sería un tratado de filosofía de difícil lectura”. Así la ha definido Martin Shulz y sobre ello conversaremos con él.
