Con Juan Adriansens cuenta una anécdota del perro que tuvo su padre, en la que expone que "el canino murió dos horas antes de que el ministro de Exteriores de la época fuera a visitar a su progenitor, Cónsul en Hendaya". Asegura que "mi padre hizo un esfuerzo ímprobo por recibir y atender correctamente al Ministro. La comida fue un horror".
Noelia Adánez sostiene que "he pasado por duelos tremendos por animales de compañía. El último nos arrasó y no hemos vuelto a tener". Por su parte, Rosa Díez afirma que "nosotros también hemos pasado por esos duelos terribles. Hemos tratado de tener enseguida otra mascota".