Juan Adriansens afirma que "me enternece ver cómo la gente se alegra si le toca. Pero lo más emocionante es lo mucho que toca a los ricos", mientras que Juan Manuel de Prada señala que "en el golpe de fortuna sin esfuerzo hay una cierta perversión de la moral de la recompensa al esfuerzo".
Por su parte, Ana Pardo de Vera asegura que "un familiar ganó 38 millones de pesetas en la quiniela, pero jugar no tiene sentido, más cuando el fisco coge el 20%".