Se entierran así las esperanzas de Syriza, una izquierda que tomó el país en el peor momento y que no pudo cumplir ninguna de las promesas. La Unión Europea reconoció recientemente que se humilló innecesariamente a los griegos; las medidas austericidas impuestas desde Bruselas, les pusieron la vida muy difícil y han provocado que el electorado vuelva a confiar en la derecha de Nueva Democracia, a pesar de una hoja de servicios llena de corrupción. ¿Se pueden sacar lecciones de Grecia para España? ¿El bono de los 50 años que propone el nuevo presidente griego, y que busca premiar a la lista más votada, puede ser una medida en la que fijarnos?