Han pasado tres semanas desde que el estado de alarma terminó y ya hay 120 rebrotes activos en toda España.
El rebrote por coronavirus en el Segrià se ha descontrolado después de una semana de indecisiones sobre el confinamiento de la población afectada. Cuando se alcanzó la transmisión comunitaria e incrementó la presión en los hospitales, el presidente de la Generalitat, Quim Torra, tomó la decisión radical de confinar en sus casas a la población. Una medida extrema que afecta a un derecho fundamental de los ciudadanos y que la constitución solo permite bajo un estado de alarma.
El Juzgado de Instrucción Nº1 de Lleida bloqueó la decisión de la Generalitat al entender que el Govern estaba extralimitándose en sus funciones. La respuesta de Torra fue que "no lo aceptamos", y decidir aprobar de urgencia un decreto ley que modifica la Ley Catalana de Salud Pública de 2009.
Por su parte, los sanitarios piden medidas de control contundentes contra el virus; y la población afectada, así como los alcaldes y alcaldesas de la zona, se han quejado por la falta de información y descoordinación, ya que no saben si se puede o no salir de casa.
El Gobierno central ha descartado por el momento aprobar un estado de alarma total o parcial. El ministro de Sanidad, Salvador Illa, sostiene que las comunidades autónomas tienen instrumentos suficientes para actuar en caso de rebrotes grave.
En medio de este enjambre jurídico-político, la situación del Segrià no remite y en Cataluña han aparecido nuevos rebrotes en Barcelona y en L’Hopitalet que pueden complicar aún más la situación.
¿Qué capacidad tienen las autonomías para gestionar esos rebrotes? ¿Hay seguridad jurídica que ampare a los ciudadanos ante las decisiones políticas y administrativas que toman las diferentes autoridades? ¿Qué tipos de medidas se pueden tomar antes de llegar a confinar a los ciudadanos? ¿Se están violando los derechos fundamentales de la población? ¿Se está superponiendo el conflicto político y la tensión independentista con la salud? Todo esto a debate con Elisa Beni, Javier Gállego y Arantxa Tirado.