En enero de 2015 comenzó en Francia lo que fue un ciclo de atentados terroristas en Europa tras el ataque a la revista satírica francesa, Charlie Hebdo, que causó 12 muertos y 11 heridos. El movimiento #JeSuisCharlie ha sido un lema que ha recorrido todo el mundo.
Hoy han comenzado en París el juicio contra los presuntos cómplices, ya que los tres autores materiales fueron abatidos por la policía. Este va a ser filmado para que, como dice una de las abogadas de las víctimas, las futuras generaciones recuerden que "unos seres humanos cometieron actos inhumanos contra gente que gozaba de su libertad de expresión y de religión".
Este suceso ocurrió en el momento de mayor alarma por el terrorismo islamista en Francia, dejando un total de 250 muertos por terrorismo islamista solo en el país galo. Esto ha provocado que Francia cambie.
También durante estos años el islam político y radical ha ganado un gran espacio en ciertos sectores de la sociedad. De hecho, un estudio ha determinado que un 21% de los jóvenes franceses no condenan esos atentados, y que en el caso de los jóvenes de confesión musulmana esa cifra aumenta hasta el 26%.
Aunque Francia sea un país en el que la libertad de expresión existe, ningún medio en los últimos años ha vuelto a publicar ninguna caricatura de Mahoma. Hasta hoy, que la revista Charlie Hebdo ha vuelto a publicar la misma caricatura con un texto que dice "Todo eso por esto".
¿Dónde está el punto entre el respeto a la laicidad y el de las creencias? ¿Y entre la libertad de expresión y el delito de odio? ¿Dónde queda la libertad de expresión, tan sagrada en las democracias liberales? ¿Y el derecho a la blasfemia que defiende Francia? ¿Cómo se distingue el humor transgresor del que busca la ofensa? Todo esto a debate con Ignasi Guardans, Estefanía Molina y Javier Gállego.
