La última hora de Grecia nos informa de que Tsipras ha aceptado unas nuevas condiciones peores en comparación de las que se le impusieron en las primeras negociaciones.
Por el momento no habrá quita de la deuda griega. No bajarán las pensiones pero se congelarán hasta el 2021 y se estudiarán para hacerlas sostenibles en el futuro.
Grecia deberá transferir activos por el valor de 50.000 millones a un fondo para privatizaciones. Los beneficios de ésta servirán para pagar la deuda.
Las medidas más duras deben ser aprobadas antes del 20 de julio en el parlamento heleno sino no habrá rescate.
¿Se ha percibido como una concesión a los griegos o realmente no ha habido ninguna?
Elisa Beni piensa que esta última negociación es "violentar a la democracia". "Estamos asistiendo al principio del fin de ese proyecto de unión política y económica de Europa.
Alejo Vidal Quadras: "Cualquier otro enfoque al respecto sobre la posibilidad de que el Eurogrupo admitiera algo distinto era totalmente ilusorio porque al final es un juego de riesgo-beneficio". "Para el Eurogrupo seguir manteniendo a Grecia supone un coste bastante alto. Lo asombroso es que Tsipras haya llevado su país con sus contracciones y ha llevado a su pueblo griego a peores condiciones", comenta.
María José Tarancón: "No entiendo la postura de Syriza. A pesar de todo va y pacta con Alemania con medidas aún peores".
