El pasado domingo, Jordi Évole entrevistó al cantante, Miguel Bosé, muy conocido durante estos meses por sus opiniones críticas sobre el coronavirus y las vacunas. Las respuestas en redes fueron muy rápidas y no tardaron en mostrarse enfadados por darle voz en momentos como estos. ¿Se debe entrevistar a personas con discursos e ideas poco adecuados? ¿Cómo se debe actuar ante esto? Lo analizamos con Juan Soto Ivars, Arantxa Tirado y Fernando Iwasaki.
Tirado explica que este debate no puede disociarse de la discusión sobre el papel de los medios de comunicación. "Este es el cuarto poder y tiene la capacidad de cambiar percepciones y la agenda, como se ha visto con el caso de Rocío Carrasco", señala. Los periodistas deben reflexionar sobre cuál es el propósito de las entrevistas, ya que no solo consisten en "poner el micro delante de una persona", sino que estas deben ayudar a entender el mundo.
Asimismo, hace hincapié en los propietarios de los medios, que son los que marcan la línea editorial y añade que "parece no haber problemas en entrevistar a asesinos o negacionistas, pero sí a personas anónimas".
Por su parte, Iwasaki considera que el motivo por el que se entrevista a determinadas personas es "porque se sabe que darán audiencia". Por ello, son los espectadores los que tienen mucho poder dentro de los medios. Además, apunta que esto se enmarca dentro de la libertad de expresión.