Nos encontramos en un momento en el que la gente sacrifica sus propias vocaciones para ser más pragmático y opta por un plan B. No obstante, grandes artistas dejaron sus trabajos para perseguir de nuevo sus sueños y podemos ver a chefs que han sido empresarios, autores que eran policías. La actriz Lisa Kudrow era bióloga, Paz Padilla, auxiliar clínica y Luján Argüelles, historiadora ¿Se puede elegir la vocación? ¿Podemos ser feliz con nuestro plan B? Lo repasamos con Arantxa Tirado, Fernando Iwasaki y Javier Gallego.
Tirado señala que un factor que influye mucho a la hora de elegir la vocación es el origen social, es decir, "los jóvenes pueden soñar despiertos pero la realidad material del contexto se impone". Para la clase trabajadora, escoger la profesión es un privilegio y por eso muchos van a por el pragmatismo. Recalca la existencia de la 'vocación tardía, que consiste en que cuando las personas de procedencia humilde consiguen estabilidad laboral pueden en ese momento tratar de hacer lo que les gusta.
Por su parte, Gallego manifiesta que debemos ser sinceros con nosotros y distinguir entre "lo que sentimos y lo que quieren que sintamos". Así, nos recuerde que no nos dejemos engañar por las expectativas ajenas a la hora de elegir profesión o la forma de vida.
