Según se estima, en el mercado laboral español faltan unos 110.000 trabajadores que cuyo perfil falta o escasea. Al mismo tiempo, en España tenemos 3 millones de personas en paro, un dato que, juntándolo con el anterior, plantea la pregunta de qué está fallando en el sistema para que algo así suceda.
En este contexto, el Gobierno está planteando una reforma de la Ley de Extranjería que pueda acortar los plazos y formar a las personas migrantes para que puedan trabajar en los sectores en los que hay trabajo pero faltan empleados.
El ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, ha asegurado que, de esta forma, se combatirá la economía sumergida y se protegerán los derechos humanos.
Entre otras novedades, la futura Ley de Extranjería busca aumentar la contratación en origen para beneficiar a otros trabajadores además de los temporeros. De esta forma pretenden crear una nueva vía, el arraigo por formación, siguiendo el ejemplo de países como Alemania para que las personas en situación irregular puedan obtener la documentación si se forman en sectores laborales en los que sobra empleo pero falta ano de obra.