General Monzón explica que "lo que proponen estos señores es convertirse en un servicio de inteligencia" y opina que "no me parece mal si está justificado y los resultados pueden ser importantes para la sociedad y para el Estado".
Julián Casanova cree que "una sociedad democrática debería poner los medios para evitar esa figura que con el propósito de obtener un fin justifica cualquier medio". Asegura que "el confidente es la cultura del engaño".
Lucía Etxebarría nos cuenta varios ejemplos de distintos confidentes y comenta que "pensar que en un estado tienes que pagar dinero para que la gente se vaya delatando entre sí me parece muy fuerte".