La Eurocámara ha exigido sanciones a los países miembros para acabar con la trata de blancas. Es uno de los negocios más preocupantes, pero también rentables del mundo, ya que da más dinero que la suma del tráfico de armas y drogas. Uno de los puntos que recoge esta iniciativa es perseguir y penalizar a los clientes de la prostitución. ¿Es correcto para acabar con ella? ¿Se puede luchar contra estas mafias? ¿Es necesario un criterio común europeo? Lo repasamos junto a Arantxa Tirado, Javier Gállego y Pilar Gómez.
Gómez explica que este problema es como la inmigración ilegal, es decir, los países son conscientes de que tienen que acabar con ella pero cada uno sigue una estrategia, por lo que no da resultados. Remarca que la trata de persona es muy peligrosa, ya que se engaña a chicas jóvenes de países, en especial, de Europa del Este y se les hace creer que les ofrecerán un trabajo, cuando solo las van a obligar a prostituirse.
Gállego da el dato que España es el primer país en Europa y tercero en el mundo en consumo de prostitución. Por tanto, no se trata de ser hipócrita porque "mientras haya clientes, este negocio seguirá funcionando".