Estefanía Molina destaca que hay una corriente a la que se acoge el PSOE, que se basa en "la cuestión biológica", y la corriente Queer, "que se define por la idea de la identidad" y es defendida por Podemos y la ministra Irene Montero.
Aunque respeta el derecho de las personas transexuales, se considera "garantista" en cuanto que "la identificación del género tiene una base biológica".
Elisa Beni, por su parte, recuerda que todavía no hay proyecto de ley y "tiene un gran problema jurídico". Así, recuerda que trans es un prefijo y se pregunta: "¿Una ley trans qué?". "Nos dicen trans para ocultar lo que viene detrás, que es transgénero", insiste, y avanza que se basa en que "el género es algo sentido y que uno puede evolucionar de un sexo a otro" solo con manifestarlo.
"Las feministas siempre hemos querido abolir el género", recuerda, y opina que "eso sería también una lucha contra el género". "No es lo mismo ser transexual que ser transgénero", concluye.
Julián Casanova explica que "lo único que sabemos es que quiere abordar que no sea exigible el tratamiento hormonal de dos años" para modificar el sexo en el DNI y "se pretende acabar con una discriminación que significa que no cuadra lo que pone en tu DNI con lo que tú sientes".
El gabinetero añade que esta ley pretende "acabar con una serie de requisitos que son barreras" para identificarse con un sexo concreto.