La asesora de Boris Johnson, Allegra Stratton ha dimitido de su puesto tras la filtración de un vídeo en el que aparecía riéndose y bromeando sobre una fiesta ilegal que se celebró durante el confinamiento que el gobierno del país, al que ella pertenecía hasta ahora, decretó para frenar la incidencia de la pandemia en Reino Unido.
Stratton, entre lágrimas, ha reconocido esta mañana en la rueda de prensa que ha dado a modo de despedida, que "lamentará esas declaraciones el resto de mi vida".
Boris Johnson, por su parte, que ha anunciado que el país aumentará las restricciones a los viajeros, y se impondrá el teletrabajo, así como el uso de mascarillas en interiores y la implantación del pasaporte covid, reconoce, sobre el escándalo, que iniciará una investigación pero que insiste en que "se cumplieron las medidas de prevención".
En las últimas horas, la noticia se ha extendido por todos los medios del país, que hoy abrían sus portadas con el escándalo hasta el punto de plantearse, asimismo, si éste tendrá alguna consecuencia en la continuidad de Boris Johnson como Primer Ministro de Reino Unido.
En nuestro país, también hemos conocido algún caso de "mala ejemplaridad", como el paseo que dio Mariano Rajoy en plena ola de contagios y restricciones, la teniente de alcalde de un pueblo de Almería por salir a hacerse las uñas, Miguel Ángel Revilla, que durante el cierre de la hostelería cántabra, reconoció haber salido a comer a un restaurante cerrado y fumarse un puro en el interior, o los "saltos en la cola de la vacunación" de algunos altos cargos autonómicos y municipales.
