El Congreso ha dado finalmente luz verde por la mínima a la reforma laboral de Yolanda Díaz, que ya entró en vigor a finales de 2021. La votación, que se ha producido con varios minutos de retraso, ha concluido con los 175 votos a favor del PSOE, Unidas Podemos, Ciudadanos, PDeCat, UPN, Más País, Compromís, Coalición Canaria, Nueva Canarias, Teruel Existe y PRC y los 174 en contra entre los que se encontraría el PP, vox, ERC, el PNV, Junts, EH Bildu, la CUP, el BNG, Foro Asturias, un exdiputado de Ciudadanos y dos diputados del UPN.
Durante el proceso se han vivido momentos de tensión cuando Meritxell Batet ha anunciado que sí salía adelante después de afirmar que no. Esta confusión se habría debido a que el diputado del PP, Alberto Casero habría votado que sí por error y a que dos diputados del UPN habrían roto la disciplina de voto inclinándose también por el no.
¿En qué consiste la reforma laboral de Yolanda Díaz?
Entre las novedades destaca que primará el convenio del sector de la empresa en el caso de los salarios, tal y como pedían los sindicatos, lo que hará que sean las condiciones del convenio sectorial las que se apliquen a las contratas y a las subcontratas. No se prohibirá externalizar servicios, y se recuperará la ultraactividad, que garantizará que se cumpla el periodo de vigencia del convenio colectivo mientras que no se firme uno nuevo.
Atendiendo a las contrataciones, a partir de ahora, el indefinido será el tipo de contrato ordinario y se contemplan dos modalidades de contrato temporal: el de obra que conocemos actualmente y el estructural.
Éste solo podrá estar vigente durante un máximo de seis meses y por causas sobrevenidas de la producción y por sustitución de un trabajador por otro, con reserva de puesto de trabajo y siempre y cuando esté claro quién sustituye a quién.
Los cambios en la contratación
Asimismo, se reducirán los plazos para considerar fijo a un trabajador temporal que encadene varios contratos, además de regular los contratos de formación. Las medidas para limitar la temporalidad van a ir acompañadas de más sanciones a las empresas que no cumplan sin llegar a considerar nulos los despidos.
Paralelamente, se quieren potenciar medidas de flexibilidad interna para evitar despidos colectivos, y para ello se introducirán nuevas condiciones en los expedientes de regulación temporal de empleo o ERTES que ya existen.
