La jornada intensiva o continua, es decir, la jornada solo de mañana, es la mayoritaria en una gran parte de los centros públicos de infantil y primaria de toda España, y parece que la tendencia es que se siga extendiendo.
Sobre a quién beneficia, no existe una evidencia científica de que una u otra jornada tenga más beneficios para los niños, pero sí se sabe que el rendimiento de los chavales "tiene dos picos: uno a media mañana y otro entre dos y tres horas después del almuerzo", lo que justificaría la jornada partida.
En el informe en el que se integran los datos, se evidencia que más horas en la escuela suponen una mejor salud socioemocional, algo fundamental para los niños después de dos años de restricciones por la pandemia y también para paliar la desigualdad de clases intrafamiliar, ya que afecta a los horarios de sus progenitores.