Emmanuel Macron continuará al frente de la jefatura del Estado francés cinco años más tras su victoria en los comicios de ayer con el 58% de los votos frente al 42% de la ultraderechista Marine Le Pen, que consiguió los mejores resultados de su historia.
Sin embargo, el candidato del partido socioliberal 'La République En Marche!' vio cómo se evaporaba la mitad de la ventaja que hace cinco años le permitió ganar la Presidencia, lo que muestra las heridas abiertas en un país por un periodo marcado por las crisis, desde los "chalecos amarillos" a la pandemia.
Otro signo inquietante es la baja participación, con una abstención se situó en el 27,63 %, la más alta en medio siglo en una segunda vuelta, solo superada por las presidenciales de 1969, marcadas por la retirada de De Gaulle tras las revueltas estudiantiles del año anterior y por un claro llamamiento a la abstención de la izquierda.
Consciente de estos malos resultados, Macron se mostró modesto en su discurso, pronunciado frente a la Torre Eiffel, a la que llegó de la mano de su esposa Brigitte y rodeado de un grupo de niños entre las notas del Himno a la Alegría, el mismo himno europeo que eligió hace cinco años frente al Museo de Louvre.
Marine Le Pen, por su parte, admitió su derrota, pero denunció "métodos desleales" y ha considerado que sus resultados, "son una victoria en sí mismos".