Hablamos de la canciller alemana, Angela Merkel, quien deja la primera línea política después de 16 años en el poder.
Durante su mandato, ha sido muchas veces la única mujer en las fotografías del G8 y ha tenido que afrontar tres grandes crisis: La crisis económica en 2008, la crisis de los refugiados en 2015 y la crisis del Covid-19 en 2020.
Crisis que Merkel asumió con un denominador común, la de no eludir la responsabilidad que le atañe al Gobierno ni la que desde esa posición se puede exigir al conjunto de un país, aún cuando eso pueda suponer perder votos o tener que enfrentarse a duras críticas como le sucedió a raíz de la llamada crisis migratoria donde Merkel fue personaje del año para la revista "Time" por su gestión y su política de puertas abiertas pero, a la vez, aquello le valió comentarios durísimos tanto a nivel interno como en toda Europa.
Además, la canciller consiguió grandes éxitos como la estabilidad política que proporcionó su coalición con los socialdemócratas del SPD, con los que gobernó en tres de sus cuatro legislaturas en las que fue logrando reducir el déficit y la deuda pública.
Al tiempo, Merkel ha ido variando su visión económica. En lo político, se va en un momento en el que las relaciones entre Francia y Reino Unido se han enrarecido al extremo por el tratado AUKUS de defensa y cuando la amenaza del nacionalismo y de las ideologías extremas sigue avanzando en algunos países.
En las formas, la canciller ha marcado estilo. Dicen que en su discurso, generalmente, ha sido pausada y racional aunque también la hemos visto emocionarse. Pero siempre con una imagen en el vestir sobria.
Reflexionamos sobre el legado que deja y cómo va a ser Alemania y la Unión Europea sin ella con Julián Casanova, Estefanía Molina y Arantxa Tirado.