La entrada de la ultraderecha en un gobierno -eso que Angela Merkel dijo una vez que era “imperdonable” cuando los suyos en el estado de Turingia lo intentaron- es el primer regalo de bienvenida que recibe Alberto Núñez Feijóo. Ayer mismo oficializó su candidatura apostando por un proyecto de “serenidad y moderación”. Palabras prometedoras, sí, pero hechos que las desautorizan.
¿Intentará Feijóo librarse de las críticas diciendo que él no es aún presidente del PP? ¿Se intentará, desde la dirección actual de Génova, convertir en legado de Pablo Casado esta llegada de la extrema derecha a un gobierno? Lo analizamos con Juan Manuel de Prada, Carmen Morodo y Julio Lleonart
"Vox representa un porcentaje de españoles sin los cuáles no se puede formar comunidad política. La entrada de Vox les confrontará con la realidad como les ha pasado a Podemos"., opina Juan Manuel de Prada.
Para Julio Lleonart, el pacto no es una decisión de Feijóo: "No pasa nada por llamar a Vox ultraderecha. No se habla de expulsarles de las instituciones. La mayoría de sus votantes vienen del PP. Pero nadie dice que los votantes no puedan encontrar su hueco. Creo que a Feijóo no se le puede achacar el control de esta decisión"
El análisis de Carmen Morodo es que Feijóo se la juega en Andalucía: "Feijóo se la juega en Andalucía, están intentando como sea no depender de Vox y que Ciudadanos aguante. No hay ninguna encuesta que diga que llega a la Moncloa si no hace coalición con Vox. Ha hablado de una gran coalición con Psoe pero siempre se habla y nunca se hace"