Pablo Casado y Pedro Sánchez han protagonizado un fuerte enfrentamiento en el Congreso tras las acusaciones que vertieron uno sobre otro en la sesión de control al Gobierno. Sin embargo, cada vez es más frecuente ver a nuestros políticos discutir en un tono bronco y poco respetuoso en las instituciones.
Un tono bronco cada vez más frecuente
Venimos presenciando sesiones broncas desde hace meses, en las que hemos escuchado acusaciones, reproches, ataques personales de todos contra todos, pero en la que se celebró ayer llegaron a decirse hasta insultos, tacos y desaires de todo tipo.
Pablo Casado hizo referencia a un comentario que Pedro Sánchez le hizo hace años a Rajoy acusándole su ausencia en las inundaciones del Ebro, con taco incluido, aunque estas no fueron en sede parlamentaria.
Sin embargo, no quedó ahí, por la tarde, en un acto que celebró la Asociación Española de Jóvenes Empresarios, se produjo un tenso enfrentamiento entre Nadia Calviño y Pablo Casado cuando ésta le reprochó que "está asqueada por lo que había dicho de los abusos a menores", a lo que él respondió que "en una monarquía parlamentaria la oposición controla lo que hace el Gobierno", por lo que ella no podía determinar lo que él pueda decir o no.
La respuesta del PP
El alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida presenció después como presuntamente Calviño le dijo que "su jefe está desequilibrado". Otros altos cargos del PP han aprovechado para acusar al Gobierno de provocar y faltar al respeto a sus adversarios políticos.