Es el día internacional del teletrabajo. El confinamiento estricto nos obligó a adoptar esa fórmula, se multiplicó por tres el porcentaje de personas que trabajan habitualmente fuera del centro laboral pero, la relajación de restricciones y el avance de la vacunación ha llevado a muchas empresas a exigir la vuelta presencial a pesar de que existe una regulación del teletrabajo, una ley que se aprobó como consecuencia del uso que se necesitó hacer durante los meses auges del coronavirus.
Según el Observatorio Nacional de Tecnología y Sociedad del Ministerio de Asuntos Económicos, el porcentaje de personas que trabajan en remoto habitualmente, ha pasado de 16,2% del segundo trimestre del 2020 al 9,4% en el segundo trimestre de 2021.
Mientras, en el segundo trimestre de este año, el 10% de las mujeres teletrabajaron de forma habitual frente al 8,9% de los hombres.
Una encuesta concluye que los empresarios que trabajan en remoto dedican más horas a su actividad laboral que los que lo hacen de forma presencial. El 72% de los que teletrabajan lo hacen incluso fuera de su horario laboral. A su vez, el 60% lo hace más de 8 horas diarias y un 4% acumula más de 4 horas de jornada laboral extra al día.
El 42% de los encuestados dice que le cuesta separar la vida personal de la profesional y el 52% manifiesta que tiene un nivel de agotamiento moderado o grave.
Como aspecto positivo cabe recalcar que el 51% apunta que cuando trabaja rinde más que en la oficina.
Los funcionarios
Si el teletrabajo ya viene mostrando signos de desaceleración constante en nuestro país, el Gobierno acaba de dar una última puntilla a la tendencia: los funcionarios tendrán que volver a sus puestos de trabajo físicos a partir del 1 de octubre.
Hasta esa fecha, los funcionarios están pudiendo teletrabajar hasta cuatro días a la semana. Pero, desde esa fecha, solo lo podrán hacer un día como máximo.