El Reino Unido se está quedando sin gasolina, sin alimentos y sin trabajadores. Faltan por cubrir 2 millones de puestos de trabajo que se han quedado vacantes después del Brexit, lo que está afectando a sectores estratégicos como el transporte, el comercio y la hostelería, los cuales ocupaban generalmente los trabajadores extranjeros, a los que ahora no se pueden contratar por las restricciones migratorias que se han introducido en el país a raíz de esa salida de la Unión Europea.
Se han ofertado 28.000 puestos de limpiadores solo en la última semana. A su vez, 32.000 plazas de dependiente están vacantes.
Sobre todo, el sector de los transportistas es donde se están ofertando más plazas. Faltan más de 100.000 conductores, lo que ha provocado el desabastecimiento de combustible.
Más del 65% de las gasolineras se han quedado sin reservas, lo que ya ha obligado al Gobierno británico a conceder 5.000 visas temporales. Sin embargo, la oferta está teniendo escaso éxito entre los profesionales de otros países.
Visto el escaso éxito de la llamada, en el Reino Unido, va cobrando cuerpo la idea de que miembros del Ejército se encarguen de trasladar el combustible para garantizar el suministro.
Mientras, el presidente, Boris Johnson, insiste en relativizar el problema y desligarlo del Brexit.
¿Qué pasaría si todos los países decidiesen que no quieren trabajadores extranjeros? Lo analizamos con Ignasi Guardans, Arantxa Tirado y Xavier Sardà.