El Gobierno del primer ministro holandés Mark Rutte fue uno de los que se resistió a tomar medidas estrictas, basándose en que los ciudadanos holandeses eran sensatos y obedientes y no necesitaban ser tratados como niños. Pues bien, ahora que se ha demostrado el fracaso de la estrategia llamada del “confinamiento inteligente” y se han visto forzados a tomar medidas duras como el confinamiento obligatorio o el toque de queda, parece que la supuesta responsabilidad holandesa ha volado por los aires.
¿Es ideológico, o como dice el primer ministro holandés Mark Rutte, no son más que vándalos y ladrones? ¿Están las sociedades occidentales preparadas para asumir los recortes de libertades en pro del bien social? ¿Occidente no está preparado para la disciplina social que sí han demostrado los orientales?. Subyace la idea de que la sociedad occidental se comporta como adolescente consentida. Parece una lectura simplista, tras la que hay mucho que debatir. Lo abordan en El Gabinete de Julia en la Onda Estefanía Molina, Pilar Gómez y Juan Manuel de Prada.