A pesar de que estaba llamado a ser una de las grandes estrellas de la noche y protagonizar todas las portadas con su carismática sonrisa junto a la estatuilla a 'Mejor actor protagonista' que era candidato a ganar, Will Smith destacó pero por motivos que nunca se habría imaginado. Durante el transcurso de la gala, el actor se levantó a abofetear al cómico Chris Rock después de que éste hiciera unos comentarios jocosos en clave de humor sobre la alopecia de su mujer, presente también en el teatro, Jada P. Smith.
Tras sentarse, Smith le exigió a gritos en dos ocasiones que se quitara el nombre de su mujer "de la puta boca", lo que dejó atónitos a todos lo presentes, que comprendieron, a pesar de lo que pudiera parecer en un principio, que no se trataba de un montaje. Minutos después volvió a subir al escenario, esta vez para recibir el premio al que era candidato, que agradeció con un discurso en el que justificó su reacción, aunque no directamente, aludiendo a que el amor te obliga a hacer locuras, al igual que hubiera hecho Richard Williams, el personaje que interpretó en 'El método Williams'.
Esta mañana, los diarios de todo el mundo abrían con las imágenes del bofetón calificándolas de "bochorno", "vergüenza" o "algo impropio de dos adultos". El debate también se ha trasladado a la opinión pública, que se plantea hasta qué punto está justificada la violencia en un acto como este, si hubiera sido lógico que Jada fuera la que manifestara su queja y no su marido, qué hubiera pasado si hubiese sido ella la agresora o si Smith hubiera sido un hombre de raza blanca, y qué consecuencias puede acarrear este episodio a la carrera de Will Smith