Este lunes se cumplen 40 años de la entrada de España en la OTAN y su secretario general, Jens Stoltenberg, está en Madrid para celebrar la efeméride y preparar la próxima cumbre de la Alianza que se celebrará en la capital el próximo mes.
Justo en plena crisis metafísica parece haberse reactivado tras el ataque de Putin a Ucrania. Le ha dado sentido y la ha hecho, incluso, más grande. Suecia y Finlandia ya han solicitado su incorporación en las últimas semanas.
Mientras el Rey Felipe VI llama a no perder de vista los desafíos que presenta África, Pedro Sánchez se ha comprometido a incrementar el gasto militar y ha pedido que se entienda como algo imprescindible para preservar la seguridad y la estabilidad del modelo democrático.