Jesús de Miguel nos cuenta algunas de las características de la sociedad japonesa que podrían ser las razones por las que los jóvenes de Japón no están interesados en el sexo, como que "en el mundo asiático el placer del ego no es muy importante", que "en Asia todos los hombres y mujeres son tímidos", que "los adolescentes sacrifican todo por los estudios y la familia" o que "todo es pequeño en el sexo japonés". También añade que los japoneses "no son personas muy sexuales, a lo mejor es una cosa histórica" y que, aún así, "las mujeres asiáticas son muy codiciadas en el mundo entero, pero no los varones".
Lucía Etxebarría está segura de que "la sociedad japonesa es muy tradicional", pero a pesar de ello los ejecutivos japoneses tienen por normal disfrutar de la compañía de escorts y el arte sexual japonés es conocido en el mundo entero. Concluye que "jamás diría que la sociedad japonesa es poco sexuada".
Manuel Delgado no le da demasiada fiabilidad a los resultados del estudio y comenta que "una encuesta no sirve para que sepamos lo que la gente piensa, sino para que la gente sepa lo que tiene que pensar", por lo que "yo no creo que no exista una tradición erótica japonesa".