La presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, protagonizó ayer algunos de los momentos más tensos del debate electoral, especialmente en su rifirrafe con Pablo Iglesias a cuenta de la gestión de las residencias. Ayuso recriminó al ex vicepresidente del Gobierno “no haber ido a ayudar”, mientras que Pablo Iglesias le respondía: “No somos de hacernos fotos, somos de gestionar". Reflexionamos sobre si se ha sustituido la política por el marketing y qué consecuencias tiene con Estefania Molina, Juan Manuel de Padra y Julio Lleonart.
Julio Lleonart asegura que el primer debate a seis entre los candidatos de Madrid tuvo más de propaganda que de marketing. "El marketing y política son cosas compatibles y deseables, pero los políticos se olvidan que detrás del marketing tiene que haber política de verdad y gestión. Si el discurso está vacío, da igual lo que le apliques", explica.
Estefania Molina añade que el marketing es un mal necesario sobre todo para la política como está montada pero deben tener cuidado. "La lógica capitalista y comercial ha entrado en la política. Estamos utilizando técnicas que usamos para vender ropa electrodomésticos o coches, para que la gente "compre" discursos políticos", cuenta.
Para Juan Manuel de Prada el debate fue un ejemplo de una política que ha perdido el interés en persuadir. "Los candidatos fundamentalmente querían afianzar a sus votantes lanzando consignas de consumo interno. Se busca el "zasca" al rival", resalta.