ondacero.es
Madrid | 27.12.2013 19:03
Jorge Wagensberg opina que "una parte de los sentidos son ancestrales y gustan a todo el mundo", son culturalmente considerados como buenos o malos sin diferencia entre las personas, como por ejemplo "el dulce gusta a todo el mundo y sin embargo el sabor amargo es algo contra cultural".
Elisa Beni muestra su gusto por el tacto y lo define como "la forma de contactar más grande que tenemos los seres humanos" y "es el sentido que nos es propio como seres humanos". Además, añade que "el tacto afecta más a la intimidad" y que "avanzamos en una sociedad en la que el tacto cada vez es más menospreciado".
Juan Adriansens nos confiesa que "soy poco tocón y me gusta que me toquen poco", pero que, sin embargo, "no me canso nunca de ver". Nos comenta también que "me parece excesivo que personas desconocidas se saluden con besos en la mejilla".