El problema no es nuevo. En Madrid y Barcelona vecinos de determinados barrios llevan décadas sufriéndolo. A raíz de la pandemia ha habido mayor crecimiento. Desde el distrito de Chamberí en Madrid, han pedido que se limiten los horarios de cierre y hablan de un problema de modelo porque el derecho al ocio interfiere en el derecho fundamental de descansar en los domicilios privados.
Su han generado agravios comparativos con otros sectores, lamentan y señalan que si han terminado las restricciones de la pandemia, deben terminar las denominadas terrazas covid. El Defensor del Pueblo no tiene capacidad ejecutiva para este asunto, y si se llama a la Policía, "únicamente toman nota".