Tras la polémica ruptura con la disciplina de voto que UPN, el partido de los diputados Sergio Sayas y Carlos García Adanero, había negociado con el PSOE, la sombra del transfuguismo ha sacudido los cimientos del grupo. En tiempos de la política moderna que hoy conocemos, estos términos cada vez son más frecuentes, al igual que las traiciones y los desencuentros entre los mismos miembros de un partido.
Los dos diputados acusan ahora a su partido de "linchamiento" por querer expulsarles después de la votación de la semana pasada en la que votaron contra la reforma laboral. La dirección ha puesto en marcha ese proceso de expulsión, sobre el que tiene que decidir el Comité de Garantías y Disciplina del Partido en los próximos días.
Ambos comparecieron ayer ante dicho órgano, y a la salida anunciaron que no van a dejar el acta y "van a ir a por todas para defender su posición en el partido".
Sobre las razones que les llevaron a votar que no, aluden que los términos del acuerdo no casan con la ejecutiva del partido les había ordenado negociar, además de que en un primer momento no les informaron de los motivos para respaldar la reforma.