Pilar Rahola cree que "el problema no es la mujer embarazada, sino la mujer en el marco laboral" puesto que "en el global del mercado laboral, la mujer continúa sin formar parte de la normalidad". "Estamos en un cambio de paradigma social, que ciertamente ha avanzado muchísimo en los últimos años, pero aún no se ha cambiado".
Juan Carlos Girauta opina que "sería injusto inferir de esta sentencia que no existe una adecuada protección de la mujer embarazada en el marco laboral español", y que precisamente la situación de las embarazadas en la ley española es "una protección bastante homologada con la de los estados más protectores en materia laboral".
Lucía Etxebarría afirma que "el fallo del Supremo es lógico", pero que "en el entorno laboral las mujeres seguimos discriminadas". Se pregunta "¿hasta qué punto las mujeres no luchan por sus propios derechos?" y asegura que "cómo vamos a esperar que el empresario no siga la tendencia social, si no somos nosotras las primeras que empezamos a cambiar las cosas".